Aun antes de que comenzara a ser conocida su obra, allá por 1983, Santiago Rodríguez Olazábal había trabajado insistentemente los temas de la religión afrocubana, la santería o Regla de Ocha o, como él prefiere nombrarlo, el tema del culto o adoración a los orishas. Hoy, veinte años después, piensa continuar con la temática, pues, según confiesa, no ha agotado lo que tiene que expresar y cada día le surgen nuevas ideas.
Su relación con los cultos afrocubanos es su razón de ser, y la práctica le ha llevado el descubrimiento de un mundo espiritual sin límites, que además de dar un sentido a su vida se convierten en la fuente esencial de su creación artística.
Ha realizado exposiciones personales en Cuba, España, Francia, Haití, Estados Unidos e Italia entre otros y numerosas exposiciones colectivas en Cuba, México, Estados Unidos, Italia, Alemania, Brasil y Francia entre otros países.
Ha participado en Ferias Internacionales, Bienales de la Habana y ediciones de Subastahabana. Su obra se encuentra en colecciones privadas, Museos e Instituciones públicas en Cuba, España, Estados Unidos, Holanda, Suiza e Inglaterra.